DOCUMENTOS
DETECTAN FRAUDE BIENES RAÍCES RD$100.0 MILLONES INVOLUCRA
SUN VILLAGE
Por:
La Redacción
Miércoles 25 de Marzo de 2009
Un equipo de promotores inmobiliarios,
compuesto de padre e hijo, en la República Dominicana (R.D.)
cobró más de $100 millones en un plan inmobiliario fraudulento,
según declaraciones juradas presentadas en una acción en una
corte federal de Miami.
Ha comenzado una batalla legal
internacional para tratar de recuperar los fondos para cientos
de inversionistas de Estados Unidos y otras nacionalidades que
fueron timados en el ardid de larga duración que involucraba
propiedades en Sun Village en Puerto Plata y Juan Dolio en la
costa sur de la República Dominicana.
Los expatriados canadienses Frederick
Elliot y su hijo Derek Elliot timaron a más de 2,500
inversionistas en bienes raíces y compradores de tiempo
compartido en sus propiedades tipo balneario, según las demandas
interpuestas en nombre de las victimas en Estados Unidos y la
República Dominicana.
Una declaración jurada del 20 de marzo de
Gregory Clark, ex director financiero de los Elliot, ofrece una
reveladora mirada al interior del plan de inversión en la R.D.
durante los pasados nueve años. “Los Elliot crearon una serie de
vínculos de inversión de participaciones en bienes raíces y
obtuvieron millones de dólares”, dijo Clark.
Clark agregó que los Elliot usaron esos
fondos que eran mantenidos en la República Dominicana, las Islas
Turcos y Caicos (ITC) y otros sitios, como algo más para su uso
personal y para financiar otras compañías y empresas comerciales
con parte de los dólares recibidos de nuevos inversionistas para
pagarles un pequeño retorno a los primeros compradores.
Utilizando una compleja red de compañías en
ultramar, fideicomisos y sociedades de pantalla, los Elliot
usaron el dinero de los compradores para financiar un estilo de
vida lujoso, incluyendo un yate de $500.000, un avión privado;
para pagar $1 millón en deudas de juegos en Las Vegas, y para
comprar propiedades sustanciales en la República Dominicana para
su beneficio personal, según otros documentos en la corte.
Una acción federal interpuesta en nombre de
más de 750 inversionistas alega que a pesar de obtener más de
$100 millones, los Elliot aún no han completado ni siquiera uno
de sus proyectos en la República Dominicana, ahora han
suspendido todos los pagos regulares prometidos a los
inversionistas inmobiliarios, y ahora también han amenazado con
terminar sus participaciones en la propiedad si esos
inversionistas hacen valer sus derechos legales.
Los inversionistas están compuestos por dos
grupos diferentes. Un grupo representado por el abogado Michael
Díaz, Jr., socio principal de Díaz Reus & Targ, LLP, Miami, y el
otro representado por Hilda Piloto, una socia en Arnstein & Lehr,
LLP. La corte federal de Estados Unidos ha programado una
audiencia de dos días a principio de abril para la presentación
de pruebas, a fin de decidir si debe dictar una medida cautelar
preliminar en contra de los promotores.
La acción federal de Estados Unidos en
Miami no es la única acción contra los promotores. El 6 de
marzo, el Magistrado Presidente de la Corte Suprema de las Islas
Turcos y Caicos inhibió la transferencia u otra disposición de
los activos de las varias compañías tenedoras de los Elliot en
esa jurisdicción.
Documentos presentados en la corte federal
de Estados Unidos citan a los Elliott diciendo que ellos
intencionalmente establecieron una estructura legal compleja
para estar a “salvo de decisiones judiciales”. Esto ha llevado a
un enfoque multijurisdiccional cuyo objetivo es preservar tantos
activos como sea posible, incluyendo propiedades personales,
cuentas bancarias y bienes raíces, en nombre de los
inversionistas defraudados.
Según los documentos presentados en las
cortes tanto de Estados Unidos como en Turcos y Caicos,
Frederick Elliot comenzó a buscar inversionistas en 1987 en
procura de fondos para adquirir terrenos frente al mar en Puerto
Plata. A finales de 1999, los Elliot anunciaron planes de
desarrollar villas para la venta en esa parcela y un año más
tarde anunciaron un acuerdo para desarrollar Sun Village Resort,
de 300 habitaciones en la propiedad.
En los cuatro años siguiente los Elliot
obtuvieron $32 millones de aproximadamente 1,600 accionistas
para el balneario. En 2004, con el balneario sólo parcialmente
terminado, los Elliot entonces diseñaron un plan para vender
tiempo compartido en el hotel existente, y eventualmente
obtuvieron $64 millones más, según los documentos en la corte.
Las demandas en la corte y ocho
declaraciones de los accionistas y Clark presentadas en apoyo de
las acciones declaran que, a pesar de haber obtenido $96
millones a la fecha, el Sun Villa Cofresí Resort aun no ha sido
terminado. Hay por lo menos dos edificios en el complejo de
múltiples edificios donde aun cuando el exterior ha sido
terminado, los interiores nunca se han hecho y, por lo tanto,
son inhabitables según dicen los documentos en la corte.
En 2004, los Elliott decidieron comprar un
Hotel Sheraton abandonado en Juan Dolio, y nuevamente comenzaron
a vender participaciones inmobiliarias a inversionistas
individuales. A pesar de obtener decenas de millones de dólares
para el proyecto de Juan Dolio, la remodelación continúa
incompleta, según lo confirma la declaración jurada de Clark.
El auto de la corte de las Islas Turcos y
caicos requiere que los demandados presenten por escrito a los
abogados de los demandantes “detalles completos de los ingresos
recibidos de la operación de las propiedades de Sun Village
Resort y Juan Dolio…Cómo fueron gastados dichos ingresos… Y,
pagos a Frederick Elliot y Derek Elliot o cualquier compañía
controlada por cualquiera de ellos.
Se prevé que se presentarán más acciones
legales en otras jurisdicciones donde las compañías de los
Elliot están incorporadas y en jurisdicciones donde los Elliot
pueden mantener activos comprados con las ganancias de las
ventas a inversionistas.
REACCIÓN
Fuentes cercanas a los empresarios
Frederick y Derek Elliot dijeron a redactores del periódico
puertoplatadigital.com, que no se entiende el por qué de esta
demanda porque esos inversionistas están reclamando beneficios
por sus inversiones, las cuales no pueden ser cubiertas
actualmente por la crisis económica que atraviesa el mundo
actualmente.
Dijeron que esta reacción se produce porque
han sido paralizados los pagos en dividendos de sus acciones y
por esta razón esos inversionistas reaccionan diciendo que
existe una estafa en su contra.
Además, señalaron que estas demandas está
motivadas por un ex socio que manejaba el negocio de bienes
raíces para la empresa en los Estados Unidos, pero por razones
que no mencionaron hubo que romper con su contrato y ahora ha
arremetido contra los Elliot amparándose en el poder millonario que
posee para hacer este escándalo.
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