SI NO FUERA MÁS DE LO MISMO

 14 de agosto de 2008

Si no fuera más de lo mismo, en la reforma constitucional que se está planteando, se eliminarían los ayuntamientos existentes en los denominados "Distritos Municipales".  

Por cada distrito municipal se colocaría un gestor, con su oficina en el ayuntamiento del municipio al que pertenece el distrito. Ese gestor sería una especie de gerente encargado de todos los asuntos que tengan que ver con esa demarcación. Su oficina estaría integrada por un reducido número de colaboradores, no más de tres, encargados de supervisar las operaciones.     

La Sala Capitular en donde se ventilen las cuestiones relativas a esa comunidad sería la del ayuntamiento al que pertenece  y en donde el gerente  o gestor expondría  sus necesidades, planes y proyectos.     

Para qué tantos ayuntamientos, para qué tantos regidores, para qué tantos gastos en salarios, dietas, viáticos y botellas.  

Esos adefesios, producto del populismo corruptor, representan la ridiculez más exagerada de la democracia imperfecta sobre la que se gobierna el país. En esos nidos se aloja una gran cantidad de funcionarios insustanciales, carentes de oficio digno. Ellos absorben el pequeñísimo presupuesto de esas comunidades, recursos que bien podrían  destinarse a inversiones en infraestructuras u obras de bien social que verdaderamente las desarrollen.   

Además, podría ser, que esos indefensos pobladores  eviten asistir a los deprimentes espectáculos montados a la luz de intereses particulares.  

Si no fuera más de lo mismo, sería la gran oportunidad para enmendar  ese error histórico inventado a espaldas de lo que supone el desarrollo lógico de los pueblos.