Editorial

   

PATRIMONIO

 2 de septiembre de 2007

Si el estado quiere conservar las viviendas vitorianas deberá destinar recursos para su mantenimiento.

De qué forma exigir a las familias propietarias de las mismas su remozamiento? Si  Patrimonio quiere conservar esos monumentos debería asignar una suma determinada de dinero y una supervisión constante para que no suceda lo que está sucediendo hoy.

Es muy fácil tomar decisiones desde un hermoso escritorio, discurriendo en estériles razonamientos conservacionistas y buscando, como sabuesos, la paja en el ojo ajeno.  

El costo de mantener esas hermosas viviendas repletas de historia debe asentarse en la contabilidad del gobierno.

 

 

 

 

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