OTRA VEZ MONTELLANO EN LA PALESTRA
20 de noviembre de 2007
La gente común no
entiende los pormenores de esas discusiones bizantinas en torno
a la conservación del poder en el Ayuntamiento de Montellano.
Los que pagan los impuestos para recibir servicio municipal
son sólo eso: simples contribuyentes. No entienden, por ejemplo,
el porqué de tanta cháchara política insustancial.
En Montellano, como en
casi todos los municipios, hay un problema de fondo. Y es que
esos ayuntamientos creados a la luz de la ilógica son una carga
muy pesada para los munícipes. Son entidades que no deberían
existir.
¿Por qué pagar a
síndicos y regidores salarios de lujo si el trabajo lo puede
hacer un administrador designado por el municipio cabecera? Lo
que hay es un problema de fondo; han creado una realidad
insostenible. No es cierto que son necesarios esos
ayuntamientos insulsos. Los argumentos que le dieron origen
carecen de toda validez.
Si la mayoría de los
recursos se desvanecen en salarios, dietas y gastos para
mantener una nómina de vagos, queda poco para impulsar las obras
necesarias.
En ninguna de las
discusiones que se plantean se escuchan las voces que defienden
la mejoría del pueblo. Se está defendiendo puestos, espacios
políticos, se escudan todos en la falacia del trabajo en pro de
la comunidad; sin embargo, el compromiso, el cumplimiento del
deber es inexistente y el resultado pobre.
Lo mejor que pueden
hacer esos políticos depredadores del erario del municipio es
ponerse a trabajar y dejar a un lado esas discusiones que nada
resuelven. Ciertamente los contribuyentes están pagando los
platos rotos de una política mal enfocada que fomenta el
clientelismo y la vagancia. |