OCHO MIL MILLONES PARA EL BANRESERVAS
10 de octubre de 2007
Anunciar con bombos y
platillos que el Banco de Reservas, el banco del Estado, desde
Septiembre de 2004 hasta el mismo mes de 2007 obtuvo utilidades
acumuladas por ocho mil treinta millones, en vez de ser una
noticia trascendental como la quieren pintar, no deja de ser
preocupante para todo aquel que le duela este país.
El Reservas no es Aduanas, ni
Impuestos Internos, ni una oficina recaudadora, es
un banco cuya finalidad debería ser servir de contrapeso en el
sistema financiero nacional.
Noticias que se deberían
aplaudir serían, por ejemplo:
a) Que como consecuencia
de sus préstamos a la pequeña y mediana empresa se crearon
tantos empleos y que esos empleos posibilitan la vida digna a
igual número de familias dominicanas,
b) Que han reducido el
número de préstamos otorgados para el consumo, especialmente los
dirigidos hacia la compra de vehículos de lujo de alto
cilindraje que lo que hacen es consumir más del combustible que
nuestro país puede pagar,
c) Que ha apadrinado una
centena de escuelas, proveyéndolas de pupitres y de incentivos
adicionales a los maestros, de transporte para el estudiantado,
de libros, de material gastable,
d) Que financió
viviendas de bajo costo a chiriperos, dueñas de salones de
belleza, dueños de fabricas de empanadas, motoconchos, choferes,
gente de clase humilde que puede pagar siete u ocho o mil pesos
mensuales por un préstamo.
Esas son los logros que
hay que mencionar. No aquellos que reflejan una competencia
voraz con la banca privada en aras de la obtención de más
beneficios.
Este banco está llamado
a ser el banco del equilibrio, el banco moderador, el banco de
los dominicanos. El banco que presta barato y sin muchas
restricciones a la pequeña y mediana empresas. No el banco que
compite con la banca privada para ganar más. No, el Banreservas
no es para ganar más, es para fungir como ente de moderación en
el sistema financiero.
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