Editorial

    

NUESTRA GUERRILLA

 4 de julio de 2008

Mientras en Colombia se mantiene una guerrilla de hombres armados dentro de la selva, aquí, en este país, se conserva una, pero dentro de nuestras ciudades,  compuesta por privilegiados, favorecidos y agraciados de la dinerocracia.  

Los comandantes de esta guerrilla no se encuentran en la selva ni en las montañas, circulan por doquier en vehículos lujosos, se ven charlando animadamente en no cualquier restaurant, tienen salarios de lujo, exoneraciones, viáticos, dietas, nominillas, barrilillos, etc.  

Sus armas la constituyen el ordenamiento jurídico hecho a su medida para hacerse con el santo y la limosna. Mientras la mayoría sufre los embates de la carestía de todo, muchos de ellos, como para mantener la atención pública ocupada,  copan los titulares con una representación circense de mal gusto: "El juicio político" a los miembros de la Cámara de Cuentas.

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