Editorial

  

NO BASTA CENAR.

 28 de diciembre de 2007 

Decía el estribillo de la canción de Los Guaraguaos, célebre grupo venezolano por sus cantares a favor de la justicia  y la equidad, “no, no basta rezar…” 

A propósito de la cena compartida con una familia pobre por parte de los principales dirigentes de los partidos políticos hay que decir que no basta cenar una vez, no basta.  

Hay que meterse en el día a día de esas familias hambrientas de alimento, salud, educación y de todo. No basta cenar una vez.  

Y cuando se habla de crecimiento de la economía, que mucho se habla, bastante, hay que pensar en el crecimiento de esas familias desheredadas de la fortuna cuyo único  error es haber nacido en una tierra de políticos irresponsables, egoístas e insensatos.  

No basta cenar una vez.  A esas familias hay que ponerles al frente el alimento de la educación para que se independicen y lleguen a crecer hasta la altura en que la presencia de un político populista no sea necesaria en su mesa.  

La mejor cena que se le puede dar a una familia pobre es cumplir con la ley de presupuesto y consignar todos los fondos que ella manda para la educación. Todos.

 

 

 

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