UN CASO INSÓLITO
1 de enero de 2007
Nuestras instituciones son
de una fragilidad asombrosa. La Policía Nacional ha dado, en ese
aspecto, una muestra inequívoca a propósito del sonado crimen
del fiscalizador Ceballos Peñaló, de Puerto Plata.
Como resultado de las
investigaciones en torno a ese hecho, ha salido a relucir que el
canadiense Sylvain Fontaine, encargado de la Policía Científica
en la Región Norte, está fichado por estafa y otros delitos en
los archivos de la propia institución del orden.
Más sorprendente es la
forma en que Fontaine llegó al puesto. Escaló a jefe de la
Policía Científica por recomendación del general Consuegra de la
Cruz.
Que a esa recomendación se
le diera curso sin que se examinara en detalle el expediente del
recomendado delata, hasta prueba en contrario, un nivel de
ingenuidad impensable en la Policía Nacional.
El canadiense Fontaine
parece que goza de alto aprecio en las filas policiales, donde
ha exhibido unas credenciales profesionales y numerosos títulos
que resultaron falsos. Hay evidencias, además, de que el hombre
se dedicaba a pedir favores en nombre de la institución.
Lo anterior muestra apenas
algunos detalles de una verdadera historia del absurdo. La
Policía Nacional, la encargada de perseguir el crimen, ha
llegado a encumbrar en sus filas a todo un señor Fontaine, de
pésima reputación y con graves asuntos pendientes, lo que
denuncia una grave fragilidad.
Publicado con autorización de: Media Team
Dominicana S.A.
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