SEGURIDAD SOCIAL
EMPLEADORES Y EMPLEADOS ESPERANDO EL GOLPE.
15-05-2007
Mientras la Asociación Dominicana de
Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS) y la Asociación
Dominicana de Igualas Médicas y Administradoras de Riesgos de
Salud (ADIMARS) impugnan la resolución de la Superintendencia de
Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), que permite a los usuarios
seguir utilizando los servicios de especialistas médicos sin el
previo examen en un Centro de Atención Primaria, los empleadores
y empleados están pasivos esperando el golpe del aumento en
8.53% de la nómina.
Empleadores y empleados no entienden que en
la SISALRIL lo que hay es una lucha encarnizada y cuerpo a
cuerpo por preservar, mantener, salvaguardar y proteger
intereses económicos. No se trata de salud, se trata de dinero.
Todos hablan de “la sostenibilidad y el equilibrio financiero de
sistema”. Todos.
La resolución número
114-2007 de la SISALRIL dispone: que en los primeros seis meses
de la aplicación del Seguro Familiar de Salud del régimen
contributivo los afiliados que estén bajo tratamiento con
médicos especialistas podrán acceder directamente a estos por
consulta. Y qué significa esto? Que las ARS van a tener
que continuar pagando esas consultas y esos tratamientos a los
proveedores de seguros de salud con la parte de dinero que
recibirán de UNIPAGO mensualmente por cada afiliado.
Con la aplicación de
esta resolución, los Centros de Atención Primaria dejarían de
ser filtro del sistema de salud y permitirían que los costos de
las ARS sean de difícil cuantificación, por lo menos en los
primeros seis meses ya que los pacientes recibirían atención en
las clínicas y con los especialistas.
En principio, la
propuesta beneficia al ciudadano, pero perjudica a las ARS,
quienes han hecho inversiones millonarias en la conformación de
Centros de Atención Primaria y quienes esperan que con su
utilización sean menores los costos por paciente porque permiten
realizar una especie de segregación por cada caso médico.
Es una lucha encarnizada por quedar bien
parado en el juego de los intereses económicos.
Se trata de dinero, no de salud, como puede
observarse.
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