Editorial

DESORDEN  

01 de febrero de 2007

El desorden de tránsito que impera en el malecón de Puerto Plata da pena y vergüenza.

No es posible que esa vía sea tomada para hacer competencias de motocicletas y carros a cualquier hora y cualquier día.  

Por ahí andan unos muchachos en motocicletas Honda C-70 que conducen en grupos. La estridencia de sus motocicletas sin tubos de escape se asemeja al vuelo rasante de los famosos P-51. Cuando se acercan por detrás de un vehiculo cuyo conductor transita a baja velocidad, quizás queriendo recibir la brisa del mar, puede quedarse atónito sin saber hacia donde dirigirse. Le pasan por todos lados. Es realmente terrorífico.  Uno se pregunta  si no hay autoridad, si en ese momento el pueblo no tiene quien le escriba.  

Lo malo de esto es que cuando un miembro del orden detiene un muchacho, de inmediato aparecen los padrinos, o aparecen los doscientos pesos. Lo malo de eso es que el ciudadano común que usa el malecón para tomar un poco de aire, llega a su casa con más estrés que el que tenía antes de salir. Lo malo de eso es que tiene tiempo produciéndose y nadie le hace caso.  

¿Es que no tenemos autoridades?

 

 

 

 

 

 

 

 

Editoriales Anteriores