LA HUELGA
EN LA URNA
6 de junio de 2007
La huelga, como método de lucha en pro de
la obtención de reivindicaciones, está harto desacreditada. Si
bien es cierto que la población tiene sobrados motivos para
protestar por situaciones que se dan en este país de Dios, no
menos cierto es que el método de huelga lo que podría traer es
luto a la familia dominicana. Ya las huelgas, después de los 12
años, no tienen la eficacia que se les quiere endilgar.
Al gobierno pasado también le hicieron
muchísimas huelgas, muchas veces patrocinadas por los que nos
gobiernan ahora, es como un círculo vicioso aupado por la
carencia de memoria de muchos de nuestros ciudadanos que son azuzados cada cuatro años, más o menos para la misma época,
por un grupo de vivos que siempre están prestos a pescar en río
revuelto.
Resulta cómico pensar que uno de los
motivos para la huelga es que no haya agua. ¡Hasta de la sequía
le echan la culpa a los gobiernos! Eso puede ser un vivo
ejemplo de la vaciedad de argumentos para justificarla.
Lo que creemos es que este es tiempo para
meditar, para valorar, justipreciar y calificar la gestión de
los administradores de la cosa pública. La mejor huelga que se
le puede hacer a un gobierno, debe ser la que se produce en el
pensamiento y dentro de una urna.
Ese es el único movimiento que apoyamos, el
movimiento de la memoria viviente cuando aquilata una gestión
gubernamental, sin apasionamientos, sin rencores ni miedos, es
ahí donde deben darse las huelgas, en el pensamiento y
específicamente en ese lugar tan sagrado para la democracia que
es una urna.
Nunca es tiempo para la violencia. |
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