Editorial

 

LA HUELGA EN LA URNA (II)

 01/10/2007

El mejor y más fructífero paro que se le puede hacer a un gobierno es el que se le hace en la urna de votación cada cuatro años.  

Un país pobre, lo que debe hacer es trabajar y no darse el lujo de estar perdiendo el tiempo en paros y huelgas.  

Dicen algunos que “razones hay de sobras para el paro”. Nunca habrá razones de sobra para llevar el luto a una sola de las familias dominicanas.  La huelga debe ser en las urnas de votación.  El inmediatismo que nos caracteriza nos lleva a tomar decisiones precipitadas azuzadas por unos cuantos vivos que siempre salen beneficiados.  

Si el gobierno llamó al diálogo, los organizadores deben dialogar.

Ojalá,  que si como producto de esa reunión se desestima la huelga,  el bolsillo del contribuyente no sufra como siempre sucede. Desde Joaquin Balaguer estamos viendo como los llamados a paros desestimados se convierten en exoneraciones,  apartamentos y préstamos para nuevas unidades del transporte con cargo a las finanzas nacionales.  

La huelga debe ser hecha en la urna.

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