Editorial

   

LA FUGA EN LA CÁRCEL

22 de agosto de 2007

Desde el punto de vista humano hay que aplaudir las condiciones en las que se encuentran los reclusos en la cárcel modelo de Puerto Plata.

Reina el orden, el respeto a la dignidad humana y se respira un aire de mesura en el trato a los presidiarios.

Sin dudas hay que felicitar a las autoridades por tan loable iniciativa.

En lo que hay que trabajar ahora es en el aspecto seguridad. Durante los últimos meses, cuatro reclusos han escapado de esa cárcel, eso convierte el remedio en peor que la enfermedad.

Las autoridades deben revisar los procedimientos de seguridad. Sea por un motivo o por otro, la realidad es que se han escapado y un recluso que se ha disgregado pasa a ser un peligro para la sociedad,  independientemente del motivo por el cual haya sido condenado o esté tras las rejas.

De manera que, sin bien es plausible el mejoramiento de las condiciones, también hay que desaprobar la fuga y abogar por el mejoramiento de ese aspecto tan delicado.

 

 

 

 

 

 

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