IMPUGNACIÓN A ELECCIÓN DEL COLEGIO ABOGADOS

 5 de diciembre de 2007

La sociedad dominicana, por  ciertos hechos que se suceden con relativa frecuencia,  da la impresión  que se mantiene dando vueltas, repitiendo los mismos errores, desandando caminos sin detenerse.  

La impugnación de que ha sido objeto la elección del colegio de abogados de Puerto Plata mueve a reflexión. Impugnar quiere decir  refutar, objetar, desmentir, negar.  

Con esa acción, no solamente se está poniendo en tela de juicio la moralidad de la presidenta electa y su equipo de trabajo,  sino, todos los abogados que sacaron parte de su tiempo para hacer una cola, entregar su carnet, recibir dos boletas electorales, marcarlas y depositarlas. Y lo que es peor,  se está poniendo en entredicho la moralidad y la buena fe de los Honorables Jueces que presidieron la mesa electoral. Jueces que bien pudieron quedarse en sus casas descansando plácidamente ese sábado, en vez de ir a trabajar más que como cada día, en busca de nada o en busca de un problema como el que ahora tienen.    

¿Qué es lo que se persigue con esa impugnación? ¿Demostrar qué? ¿Porque cuáles son los beneficios tangibles que tiene un presidente del  Colegio de Abogados? Fama no adquiere porque sus mismos compañeros contribuyen a detractar cualquier obra, dinero, menos, de reconocimiento social, ni hablar, para las personas pobres y honorables, ese vocablo no existe en nuestro medio.  ¿Qué es lo que se busca? 

La sociedad dominicana tiene que madurar.  Una buena forma de comenzar seria sacando la política de los gremios, esa execrable intromisión de la política partidaria lo que hace es daño.  Lo que se tiene ahora en Puerto Plata es una situación que podría traer consecuencias imprevisibles a sus protagonistas, principalmente aquellos que se han dejado manipular por la sin razón.  

Hay que ser justo en las acusaciones, sobre todo cuando se es joven, porque es indudable que en el largo trecho por andar es posible que se necesite aunque sea el aliento del otro para seguir adelante.

El hombre es un ser social.