Editorial

    

CONTANDO PROMESAS

26 de febrero de 2008

Indudablemente que la mejor noticia que se ha recibido en estos últimos días ha sido la de que arribará un crucero turístico al muelle de Puerto Plata.  El destino de las pretensiones de cada puertoplateño debería estar dirigido hacia la construcción de un muelle turístico.  

Aunque la capa sensible del orgullo se rasgue, hace falta en Puerto Plata, la unión, las agallas, el arrojo y la capacidad de alianza que acusan los santiagueros a la hora de reclamar mejoras para su comunidad.  Parecería que aquí cada quien anda en lo suyo y no existe el suficiente compromiso para con el crecimiento como comunidad.  El individualismo se impone.

Se sabe que hay organismos planificando, proyectando, trabajando, pero la tibieza de sus reclamos a los gobiernos de turno sumada a la falta de colaboración de ciertos sectores locales, no permite la materialización de esa importante obra.

Si se fuera a sumar la cantidad de veces que una construcción ha sido prometida por los políticos en una comunidad cualquiera, es indudable que aquí, el muelle turístico ganaría el primer lugar.

La obra madre de Puerto Plata debería estar en la agenda diaria de cada uno de sus habitantes. 

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