Editorial

    

CIERRE DE LA URBANIZACIÓN BAYARDO

 21 de marzo de 2008

La inseguridad ciudadana, ese miedo, esa turbación constante es lo que ha hecho que los residentes en la urbanización Bayardo cierren las puertas. No es otra cosa, no es por capricho y mucho menos por pretensión, tampoco para perjudicar a nadie.  

Para ellos mismos, el cierre de algunas de las puertas que dan acceso a esa urbanización viene a resultar en un problema porque  han tenido que cambiar sus rutinas. Muchos años saliendo y entrando por los mismos lugares para de un momento a otro deshacer esos automatismos.  

Ante la noticia de que un grupo de abogados instrumentará una demanda con la finalidad de evitar el cierre de esta urbanización por parte de la junta de vecinos, no cabe más que preguntar si sería justo. Los motivos que han impulsado a los residentes de esa localidad son más que atendibles.  

Hay noticias no confirmadas de que recientemente unos asaltantes penetraron a una residencia y sujetaron a una empleada de la vivienda, la obligaron a permanecer en una habitación junto a dos infantes mientras los capos vaciaban la vivienda.  Eso sucedió a plena luz del día. Hay infinidad de situaciones que se han presentado en esa urbanización; robo de jipetas a punta de pistola, penetración abrupta en casas habitadas a cualquier hora del día o la noche, las noticias no salen a la luz pública, todo sigue igual mientras los residentes reciben una ofensiva constante por parte de los ladrones y asaltantes.  

Personas haciendo ejercicios han sido agredidas, sin mencionar que las baterías de los inversores, los conductos y los tanques de gas, todo lo que esté en un patio o el frente de una vivienda se lo roban.  

Los demandantes tendrían que ponerse en el lugar de esos habitantes para conocer la sensación permanente de angustia que se apodera de ellos al tener hasta que impedir que sus hijos jueguen libremente en las calles.   

Se debe ser justo. ¿Cuál sería el impacto negativo para la ciudadanía en general? ¿Sobre qué bases lógicas instrumentar una demanda cuando hay razones sobradas para esa decisión?  

La cordura y el buen juicio deben imponerse.

 

 

 

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