Editorial

    

 CASETAS DEL MALECÓN

 18 de Abril de 2008

Al entregar  las casetas del malecón de Puerto Plata, el gobierno cumple su promesa con los caseteros. En lo adelante deben darle seguimiento al cumplimiento de las reglas establecidas para su uso.

Ojalá no se conviertan en refugios de alimañas, existencia y venta de toda clase de cosas. Ojalá los beneficiarios cuiden la propiedad como si fuera  su propiedad.

Y ojalá que algún día se les reubique en un lugar menos preciado, que en vez de quitarle valor a la playa y las grandes inversiones que se han hecho en ella, se les destine a un sitio que impida menos la vista al mar.

Ojalá alguien algún día se dé cuenta de que esas construcciones no aportan nada al embellecimiento del malecón, más bien fungen como estorbo a la vista entre la tierra y el mar. 

Por ahora, hay que dejarlo ahí, por ahora.  

Editoriales Anteriores