Editorial

IRAK, OTRO VIETNAM

11 de junio de 2007

Nos hemos propuesto tratar temas que tengan que ver solamente con la provincia de Puerto Plata. Sin embargo, ante la muerte del soldado dominico-americano, Junior Cedeño Sánchez, quien falleció en un atentado en Bagdad, consideramos oportuno tratar el tema por la indignación que ha generado en la población.   

Una vida de sólo veinte años,  truncada por la ambición y la escasez mental de una persona.  Una guerra que no era de él, ni de su familia, ni de su país.  Prácticamente un niño, siguiéndole el juego a unos capitalistas desfachatados y carentes de todo sentido del valor humano.

Resulta risible leer las palabras pronunciadas en la ceremonia de despedida de este soldado:   “A pesar de su corta vida, Junior tomó la decisión de caminar por el sendero del honor, arriesgando su vida por la seguridad de los demás”.  

¿Sendero del honor? ¿De cual honor están hablando? ¿Será del honor a los petrodólares y los intereses de las multinacionales reconstructoras de Irak? ¿O el deshonor de un presidente moralmente insolvente, incapaz de entender que la vida de esos infelices, que arrastra hacia la muerte día a día, vale más que la suya? ¿De  qué seguridad están hablando? ¿Dónde están las armas de destrucción masiva que supuestamente había en Irak? ¡Vietnam le quedará corto a Bush!

 

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