ANTE UNA INSENSATEZ JUDICIAL Y POLICIAL
14 de marzo de 2009
Contraproducente, arriesgado y hasta
imprudente podría calificarse el traslado en conjunto de
una cantidad tan considerable de oficiales, rasos y alistados
desde Santo Domingo hasta Puerto Plata. Serán juzgados más de
treinta.
Cada vez que han tenido que salir del
cuartel policial de la calle Beller donde se encuentran, se
detiene el tránsito y se ven decenas de personas con pancartas
planteando diversos pedimentos para los acusados.
La gran cantidad de guardias y policías con
armas largas custodiando casi en posición de ataque a los
imputados, debe sorprender a los turistas que se
encuentran a pocos metros tomando fotos en el parque. Una ciudad
turística que se supone debería ser un remanso de paz y
sosiego; repleta de armas largas es una amenaza.
A nuestro
entender, no ha habido una fuga masiva, por la esperanza que
cada uno de ellos tiene de que va a ser absuelto o liberado bajo fianza.
Se sabe que al ser dados de baja y
sometidos a la justicia ordinaria, el Departamento Judicial de
Puerto Plata es el llamado a conocer de las faltas que se les
imputan, sin embargo, el hecho de que tantos estén siendo
trasladados al mismo tiempo constituye una insensatez como
también el hecho de que se pretenda juzgarlos en una misma sala
a una misma hora.
Las autoridades judiciales y policiales de Puerto Plata
deben tomar medidas urgentes con la finalidad de dividir el
conocimiento de esos procesos por el peligro que representan
dado el grado de profesionalidad en el manejo de armas y
logística policial de todos esos oficiales, rasos y alistados
que están siendo juzgados. En caso de una eventualidad, tal vez
no haya fuerza que los detenga, ni valor. Hay que tomar en
cuenta que muchos de los que los custodian eran sus subalternos
no hace mucho.
El punto crítico podría presentarse cuando
la Jueza Rosa Liriano comience a imponer medidas preventivas a
más de uno. Hay que tener cuidado con eso. Es mejor prevenir
que tener que lamentar.
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