Tanto el estiércol como las flatulencias procedentes de las cabezas de ganado especialmente de las vacas, contribuyen al deterioro de la capa de ozono.
La emisión de gases de efecto invernadero proveniente de la ganadería y, en menor ,medida, de la agricultura representa casi el 3% de los gases de efecto invernadero lanzados al ambiente, particularmente participan con el 60% del metano existente en la atmósfera, un gas que resalta hasta 20 veces más perjudicial que el dióxido de carbono.